Leyenda china

En la espesura de un bosque salvaje, se hallaba una vez una simpática berenjena carmesí, angustiada por el porvenir de un cercano amigo- el gorrión del mago del lugar. Para poder otorgarle felicidad y satisfacción, comenzó a evocar, día y noche, grullas blancas de la esencia de los árboles. Una de éstas, al ver gran pesar en sus ojos de cereza, llevó al tierno vegetal en su lomo para atravesar las nubes en una explosión de gozo. La berenjena cayó dormida, tranquilizada por la promesa del ave mítica de concretar sus buenas intenciones.

¡Oh, si todo fuera TAN fácil! o.O